Este cuerpo colegiado superior de la Universidad de Santiago de Chile, integrado por representantes de los estudiantes, de los funcionarios y de los académicos, en virtud del Acuerdo N° 31 adoptado en su decimotercera sesión extraordinaria de fecha 9 de noviembre de 2011, declara lo siguiente:
1.- El Consejo Académico reafirma su compromiso esencial: contribuir al desarrollo eficaz del movimiento universitario y ciudadano que demanda una Educación Superior democratizada, con financiamiento estatal a fin de hacer efectiva la equidad de oportunidades y la calidad de la enseñanza. La Universidad de Santiago de Chile, como Universidad Pública, cumple desde hace más de 160 años un rol relevante formando a jóvenes de hogares de ingresos bajos y medios, practicando el pluralismo y la excelencia académica y, en consecuencia, rechazando la mercantilización de la educación.
Hoy, es necesario que nuestra comunidad universitaria relance acciones capaces de convocar a sus cerca de 25 mil integrantes. Ese es el camino para enfrentar la intransigencia del gobierno. Sólo demostrando, desde las aulas y con el desarrollo del semestre docente, que somos capaces de continuar movilizados y que nuestra universidad no se dejará ahogar ni disminuir, responderemos a las expectativas de la mayoría ciudadana. Si, por el contrario, renunciáramos a sostener este movimiento con la mayoría de los estudiantes, académicos y funcionarios, se proyectará ante la sociedad una USACH inerte, que no ofrece un futuro a los estudiante matriculados ni a quienes quisieran ingresar a sus aulas en 2012. De ese modo, se favorecería concretamente las políticas vigentes de gobierno que buscan minimizar a la universidades públicas y volcar los mayores recursos financieros junto con instar al traslado de estudiantes y académicos valiosos hacia las empresas privadas de la Educación Superior.
2.- La decisión de establecer que el 2° semestre implica que hagamos compatible la docencia con horarios resguardados institucionalmente para las acciones de movilización de cara a la sociedad, entre el 7 de noviembre de 2011 y el 10 de febrero de 2012. Ello es lo eficiente y racional para un gran cambio en la educación, es decir, para una lucha de mayorías que tomará un tiempo prolongado.
El gobierno universitario y este Consejo Académico, al establecer que el tiempo disponible para el año académico se agota en febrero, dan cuenta de una realidad.
3.- El Consejo Académico rechaza todo acto de violencia en la comunidad, violencia que ya ha surgido de parte de minorías que intentan imponer su voluntad con agresiones.
Ni la Rectoría ni este Consejo pretenden -ni podrían- obligar a acudir a las aulas a cerca de 18.500 estudiantes matriculados. Igualmente debemos enfatizar que no existe razón democrática alguna para que se quiera impedir a estudiantes reiniciar la docencia si deciden optar por ello. Por tanto, resulta inaceptable cualquier violencia sobre estudiantes que soliciten clases o que afecte a académicos que tienen la responsabilidad de enseñar.
El Consejo Académico, junto al gobierno universitario son garantes de la calendarización que asegure la docencia compatible con el tiempo de las movilizaciones.
4.- El Consejo acuerda, también, proponer a los Organismos Colegiados Superiores de las Universidades del Estado que nos coordinemos para efectuar prontamente acciones públicas en conjunto, expresando su compromiso institucional con la demanda de cambios profundos en la educación.
Santiago, 10 de noviembre de 2011
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