martes, 21 de junio de 2011

Comunicado Carreras (ver final)

Santiago 20 de junio de 2011

El día jueves 16 de junio del presente, las carreras firmantes participamos de la movilización convocada por la CONFECH con motivo de una marcha para recuperar la educación pública. Una vez terminada la convocatoria, y cuando volvíamos a la Universidad de Santiago de Chile, nuestra casa de estudios, nos encontramos con gran parte de las entradas cerradas, estando el frontis de Estación Central custodiado por piquetes de Fuerzas Especiales de Carabineros, los cuales, escudo en mano, no nos dejaban ingresar por las entradas cercanas. Esta situación ya había ocurrido anteriormente, la última vez fue el 1 de Junio, en el cual, tal como el jueves, Carabineros de Chile esperó durante horas estacionado en las afueras del recinto algún motivo (legítimo o no) para entrar. También debe recalcarse que en ambos casos, la represión no comenzó en la universidad en sí, si no que se arrastró desde la misma movilización hasta acá.

Luego que la mayoría de los participantes de la movilización regresaran a la universidad, las Fuerzas Especiales ingresaron de forma violenta e irrefrenable, situación que provocó disturbios dentro del campus puesto que en su búsqueda de “infiltrados”, agredieron estudiantes que les pedían se retirarán de inmediato. La irrupción de Carabineros acabó de inmediato con las actividades que diversas carreras tenían a esa hora, siendo particularmente afectados los estudiantes de Historia y Ciencias Sociales, quienes se encontraban en asamblea en ese momento y se vieron rodeados por piquetes policiales. Los enfrentamientos fueron completamente desiguales, ya que estos últimos se encontraban armados por completo mientras que nuestros compañeros nada podían hacer para defenderse de escudos y lumas con las que eran golpeados para luego ser detenidos sin mayor razón que el hecho de exigirles se retirarán de nuestra casa de estudios.

Según informaciones emanadas de la FEUSACH, el número total de detenidos dentro de la Universidad de Santiago de Chile fue de aproximadamente veinte, de los cuales seis son estudiantes regulares de dicho centro educacional, perteneciendo cinco a la carrera de Licenciatura en Historia y Ciencias Sociales y uno a Obras Civiles. Los compañeros antes mencionados fueron víctimas de la brutalidad policial, puesto que no sólo sufrieron agresiones dentro del campus, sino también en el camino a la comisaría, debiendo por lo tanto soportar burlas y malos tratos, además de presenciar los cambios realizados en los delitos por los cuales más tarde serían formalizados. Como ejemplo de esta irregularidad puede citarse el que los cargos por los que fueron detenidos en primera instancia referenciaban a la figura jurídica de “desórdenes”, condición que extrañamente mutó hacia “daños a la propiedad” (aun cuando su aprehensión ocurrió previo al apedreo a Rectoría), quedando dos de ellos privados de su libertad durante toda la noche en la 21ª Comisaría.

Por otra parte, ha trascendido desde los mismos compañeros afectados el hecho de que Carabineros tuvo acceso a la universidad en una segunda instancia, es decir, ulterior al ataque a Rectoría, por órdenes del mismo Sr. Juan Manuel Zolezzi, quien habría llamado a las Fuerzas Especiales, con el objetivo de dispersar a los estudiantes que manifestaban su repudio por el actuar de carabineros al interior del campus.

Respecto al comunicado que comenzó a circular el día viernes 17 del presente, en el cual el Rector trataba de “violentistas” a quienes apedrearon la Casa Central haciendo un llamado a la comunidad universitaria a aislarlos, objetamos el contenido en su totalidad, puesto que en él no se especifican las razones por las cuales ocurrió dicho incidente. Nos parece aún más absurdo el hecho de que sin siquiera estar presente en el lugar al momento del ataque, se refiera a éste como si manejara la totalidad de la información, obviando burdamente la represión sufrida por estudiantes del centro educativo que tiene a su cargo, a manos de las mismas fuerzas que ha dejado actuar con impunidad dentro de nuestra casa de estudios.

De haber estado el Rector en su oficina en el instante en que acaecieron los hechos, se habría enterado de que en las afueras de la Facultad de Química y Biología distintos laboratorios fueron afectados intensamente por las bombas lacrimógenas, contándose entre ellos el de fisiología vegetal, microbiología, micología y sistemas neurales, siendo este último el más afectado puesto que una bomba lacrimógena rebotó desde el patio de Historia, quedando en la entrada de dicho laboratorio, viéndose así comprometido material de investigación, biológico, el equipo del laboratorio y el personal que debió abandonar sus labores, pues sintieron intensos ahogos, náuseas e irritación en la piel. Tampoco pueden desconocerse las posibles implicancias de una peligrosa reacción química entre los compuestos propios del laboratorio y el de los gases. En segunda instancia, de haber estado el Sr. Zolezzi en la facultad, se habría enterado que en el kiosko de Licenciatura en Inglés se lanzó otra bomba, concentrándose tal cantidad de gas que dos dependientas quedaron inconscientes debido a sus efectos nocivos. Por último, si el Rector hubiera estado siquiera en la universidad, habría sabido que las mismas personas a las cual él llama “vándalos” fueron quienes intentaron apagar un auto al cual le cayó encima una bomba lacrimógena de parte de las Fuerzas Especiales, y que fueron estos mismos “violentistas” quienes ayudaban con amoniaco a los funcionarios y estudiantes que ya no podían respirar por culpa de los gases que tan copiosamente inundaron el aire ese día.

A nuestro juicio, comunicados como el emanado de parte de Rectoría no buscan nada más que el criminalizar la lucha social. Y si bien entendemos el que tras los vidrios de la Casa Central hay personas cumpliendo sus trabajos, también le recordamos a todos que tras las puertas de la universidad, en sus salas de clases, kioskos, baños y patios, hay estudiantes y funcionarios que también cumplen con sus labores y que no por el hecho trabajar en un lugar distinto a la oficina merecen un trato tan indigno como del que han sido víctimas en el último tiempo

Siendo tanto estudiantes como funcionarios afectados de una forma u otra con el actuar de Carabineros y la pasividad de Rectoría, hacemos un llamado a la unidad en torno a exigir que esta situación no pueda volver a ocurrir, tanto de parte de los estudiantes y sus CCEE como de los trabajadores. Así mismo hacemos un llamado al pronunciamiento de los docentes que componen los departamentos de todas las carreras afectadas, puesto que a pesar de ser testigos del accionar de carabineros, no intervinieron ni ayudaron a sus educandos. Además han sido incapaces de cuestionar públicamente lo ocurrido dicho día, manteniéndose cuidadosamente al margen del asunto. De esta forma, ponemos en tela de juicio su accionar.

De nuestra parte, y como estudiantes afectados, rechazamos tajantemente los actos cometido por Carabineros debido a que su sola presencia en el frontis ya violenta nuestro derecho a circular o al asociarnos libremente. Así mismo, objetamos el actuar de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Santiago de Chile (FEUSACH), puesto que se espera que, siendo nuestros representantes, emitan siquiera un comunicado respaldando a sus bases y objetando el actuar de Fuerzas Especiales. Tampoco ha ocurrido el que la Federación esté presente al momento del ingreso de Carabineros, como sí sucedía antaño cuando los integrantes de ésta no permitían que se llevaran a ningún compañero desde dentro de la universidad.

El actuar de Rectoría, es considerado deplorable e insuficiente. No entendemos cómo es posible que se le niegue el acceso a los propios estudiantes, o a los secundarios que en un futuro serán parte de esta casa de estudios, pero sí se deje el libre paso a Carabineros. Por otro lado no comprendemos la nula supervisión para impedir que las fuerzas represoras violenten a los estudiantes, utilizando, por ejemplo la estrategia política de entablar un diálogo con Carabineros, para negociar su ingreso o su actuar al interior del campus. De cumplir con cualquiera de las dos labores que se espera de ella, serían inexistentes los estudiantes agredidos, tratos infrahumanos y vejatorios, personas trasladadas en ambulancia por ataques con bombas lacrimógenas, o compañeros que deben escapar de una facultad a otra debido a que sufren enfermedades respiratorias que les imposibilitan el enfrentarse a tales ataques.

A pesar de que conocemos la carencia de autonomía territorial, creemos que el argumento comúnmente esgrimido de “búsqueda de infiltrados” permite total libertad a las fuerzas represoras de hacer y deshacer a su antojo. Es en base a este pobre razonamiento que suceden casos tan lamentables como los anteriormente especificados. Por tanto, exigimos que esta situación no vuelva a repetirse en ninguna parte de nuestra universidad. Nos resulta inaceptable el que se vuelvan a vulnerar derechos tan básicos como la libertad de expresión y de asociación, así como dar espacio a la violencia contra la integridad física y emocional de la comunidad universitaria completa.

Firman:

  1. Bioquímica
  2. Licenciatura en Castellano
  3. Licenciatura en Inglés
  4. Lic. En Historia y Cs. Sociales
  5. Licenciatura en Química
  6. Pedagogía en Química y Biología
  7. Periodismo

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